Por: Ale Gil
Fotografías: Cortesía
Director: Antoine Fuqua
Reparto: Denzel Washington, Dakota Fanning, Gaia Scodellaro, Sonia Ammar, Eugenio Mastrandrea, David Denman, Andrea Scarduzio, Remo Girone
Yo considero que una de las preguntas más interesantes que podemos hacernos, es, ¿Por qué vale la pena vivir?, obviamente su contra partida entonces sería ¿Por qué vale la pena morir? Y considero que aquí entra algo del heroísmo que hay en nosotros como seres humanos, ahora obviamente y sobre todo afortunadamente la mayoría de nosotros no tenemos que enfrentarnos a esta clase de pregunta de manera recurrente, quizá incluso, porque no tenemos habilidades super especiales o asesinas como Robert MacCall, y es que piénsenlo, si fueran una arma humano como este ex agente, y tuvieran la fuerza y capacidad de cambiar el contexto de su entorno y brindar un poco de justicia a aquellos que no han tenido la fortuna de encontrarla en su camino de manera natural, ¿lo harían? Y si, ya sé que al final, tomar la justicia por mano propia tiene graves repercusiones, pero hoy el punto no es ese debate moral y ético, hoy solo estoy poniendo sobre la mesa la idea de poder ayudar de manera física y contundente a aquellos que son olvidados por la estructura política judicial.
Bueno si ustedes han visto el justiciero 1 y 2, saben de sobra que MacCall optó por auxiliar a aquellos que lo necesitan, y que incluso su amiga en alguna ocasión le ratifica que eso es lo que él es, alguien que actúa y ayuda, pues en esta tercera y última entrega, no podía ser diferente, MacCall se tiene que enfrentar a los más desalmados por ello no van a faltar disparos, explosiones, intriga, malvados que nos indignen y queramos ver perecer, jajaja. Pero esta última película parte de esta trilogía le da a MacCall un nuevo cuestionamiento existencial, dado que él ha estado luchando de manera despiadada por brindarle a la gente justicia, hoy debe preguntarse, ¿Para él, que es más importante que la justicia? Y la conclusión de su pregunta, sinceramente me encantó.
