Los pasados 2, 3 y 4 de diciembre fuimos testigos del resurgir de uno de los festivales más importantes del país, el Hell and Heaven. Quienes en esta edición apostaron por todo y nos entregaron un festival, que, pese a las expectativas, cumplió en todos los aspectos.
Desde el primer anuncio de su regreso, todos los amantes de los conciertos y festivales se notaban escépticos en cuanto a la realización del festival y es que, no podemos olvidar que, debido a la pandemia, su última edición no fue del todo placentera ya que más de la mitad del cartel se bajó del barco. Pero el pasado quedó atrás y ahora, con la fecha en puerta, viajamos a la ciudad de Toluca a disfrutar de tres largas fechas de mucha música, hermandad metalera y cerveza.
El primer día llegó, el mítico Foro Pegaso estaba esperando abrir las puertas a miles de fans que se dieron lugar para disfrutar del primer día de actividades. No podemos hacernos de la vista gorda, ni decir que todo fue miel sobre hojuelas; el acceso al primer día fue muy lento, con retrasos y lo peor, con un sol que no daba tregua. Al final, se logró entrar y la fiesta empezó.
La primera banda que nosotros pudimos disfrutar para iniciar actividades fue Alien Ant Farm, que con su música pusieron a brincar a más de uno, pero el momento épico de la banda fue cuando cerraron su presentación tocando la clásica “Smooth Criminal” del fallecido Rey del Pop. Posteriormente decidimos descansar un rato, ya que ya no somos unos veinteañeros y se venía un caos total en los escenarios principales.
La noche estaba cayendo en Toluca y el frío hacía de las suyas, pero esto no importaba, y miles de personas se abarrotaban en todos los escenarios para disfrutar a cada una de sus bandas favoritas y nosotros estábamos casi en primera fila disfrutando de la presentación de Till Lindeman vocalista de la banda Rammstein en su proyecto solista.
Al terminar la presentación del cantante alemán, llegó lo más esperado del sábado, el regreso a los escenarios de una de mis bandas favoritas, Pantera. Desde que cayó el telón pudimos disfrutar de un setlist épico que nos hizo viajar en el tiempo para recordar los mejores años de la banda, pero sin duda uno de los momentos más emotivos de la noche fue escuchar los acordes de la canción “Hollow” y es que, considero que a todos se nos vinieron a la cabeza Vinnie Paul y Dimebag, baterista y guitarrista originales de la banda que lamentablemente ya fallecieron. Terminado el espectáculo era hora de ir a casa y descansar un poco ya que la jornada apenas iba empezando.
Día dos, de regreso a las actividades. De entrada, el acceso fue una cosa completamente diferente, y es que gracias a que ya todos teníamos nuestras pulseritas, entramos muy rápido al recinto. Nosotros disfrutamos de la banda Ill Niño, quienes con nueva alineación demostraron porque son de los favoritos del público. Además de ver a la banda, este día optamos por darnos un tour por el venue y descubrimos actividades muy interesantes. Una de estas fue la villa vikinga en la que podías tirar con arco, pelear con tus amigos y hasta levantar un martillo como Thor.
Entre todo el paseo del sábado, pasamos por los lugares de comida, en los que, como cada festival, unos son buenos y otros no tanto, además los precios varían entre un puesto y otro, pero degustamos unos pastes muy famosos, que nos hicieron el día. De tanto caminar y ver muchas cosas, nos topamos con algo que nuestros ojos no podían creer, fuimos testigos de una propuesta de matrimonio en pleno festival.
Pero después de mucho paseo, era momento de disfrutar de mucha más música, menos cerveza, pero eso sí, de un gran y gélido ambiente. Desde lejos nos dimos cuenta porque la banda Architects era una de las imperdibles del sábado; y es que con su música hicieron vibrar el lugar y por un momento nos olvidamos de que nos estábamos congelando. Terminó la banda inglesa y en el escenario gemelo apareció la banda Trivium, liderada por Matt Heafy, quien se vio molesto cuando el audio de su presentación falló, pero la entrega de la fanaticada mexicana le levantó el ánimo y terminó su atropellada presentación prometiendo regresar.
Era momento de disfrutar las dos últimas bandas del día. En penúltimo lugar, Judas Priest. Banda ya de muchos años de carrera que, por ser ya unos veteranos en escena, no pierden el talento para hacer brincar y cantar a sus fieles seguidores. La presentación de Judas terminó e iniciaba la calma antes de la tormenta, el telón con la palabra Slipknot estaba colocada y los originarios de Iowa estaban próximos a salir a darlo todo.
Con los acordes de la canción Disasterpiece, Slipknot subía su telón y nos daba un espectáculo como pocos. Si bien, estuvieron presentes en Monterrey hace unos meses, muchos aun teníamos el trago amargo del fallido Knotfest de Oceanía, pero esta presentación nos dejó exhaustos de tanto brincar, cantar y gritar. Uno de los momentos épicos y hasta chuscos de la noche, fue poder escuchar a Corey Taylor, vocalista de la banda hablar o intentar hablar en español todo el tiempo, gesto que, como fanáticos, debemos tomar en cuenta. Y pues bueno, el sábado llegó a su final para nosotros y decidimos regresar a descansar ya que aún nos esperaba un último largo día de actividades.
Lamentablemente todo tiene un final y el Hell and Heaven estaba llegando al suyo, pero esto no era sinónimo de tristeza, sino todo lo contrario. Nos esperaban muchas horas más para disfrutar mucha más música. Para ser honesto y como lo dije al principio, ya no somos unos jóvenes que aguantamos mucho y optamos por entrar tarde al festival, pero con la actitud a tope.
Ya con la noche a cuestas, disfrutamos de una de las bandas emblemáticas del Ska en nuestro país, Panteón Rococó. Quienes con un setlist diferente a presentaciones que ya habíamos visto este año, la banda hizo brincar, cantar y bailar a todos sus seguidores. El Panteón bajo del escenario, pero la gente no se iba y es que, a pesar de ser un festival destinado al metal, otra banda de Ska era de los estelares de la noche. El turno era de los del barrio de Vallecas, España. Y los españoles de Ska – P llegaron a hacer brincar todavía más a todos sus seguidores, quienes corearon cada una de sus canciones. Fue tal la entrega de la fanaticada que, Pulpul, vocalista de la banda, se dijo sorprendido de ver que la gente seguía con ellos a pesar de que el espectáculo de KISS ya había comenzado. Llegó el Vals del Obrero y este era la indicación de que los españoles se retiraban.
Ahora tocaba turno a la banda más esperada del cartel, la denominada banda más caliente del planeta, KISS. Quienes desde la primera nota se encargaron de que la gente se olvidara del frío de aquella noche. Mucho canto, mucha fiesta, muchos gritos, pero, sobre todo, mucha hermandad, de esa que te brindan los grandes festivales de metal. En esta última presentación de KISS quedó claro porque es una de las preferidas de los mexicanos, pero todo debe tener un final y la banda liderada por Paul Stanley, dejó claro que estábamos presenciando la última gran presentación de KISS en tierra azteca.
Y pues ni modo, todo lo que empieza debe tener un final y el Hell and Heaven en su edición 2022 estaba llegando al suyo. Cuando ya estábamos por irnos a nuestros lugares de origen, los organizadores nos dieron la sorpresa de las primeras bandas confirmadas para su edición del 2023 y vaya cartelito, eh. Otra de las sorpresas es que este cartel apenas es la punta del iceberg ya que en redes está la información de que aún faltan 100 bandas más, incluidos los headliners.
No cabe duda, que este Hell and Heaven fue toda una experiencia que si bien, aún tiene algunos fallos, puede mejorar e inclusive dejarlos de lado. Una vez más agradecemos al festival por la oportunidad de ser parte de una edición histórica con grandes bandas que, sin duda, nos dejaron un gran recuerdo y una experiencia, insisto, única.
Agradecemos la oportunidad y esperamos estar presentes en la próxima edición del Hell and Heaven.